Si hemos montado un biofiltro anaeróbico con la arena inapropiada, nos puede pasar que tengamos que cambiar y renovar el biofiltro anaeróbico con el acuario en marcha. El biofiltro anaeróbico lo componen las bacterias en los canutillos de vidrio sinterizado (ej. Siporax de Sera, a razón de 1 litro por cada 300 litros de agua) bajo 6 cm de arena.
Esas bacterias metabolizan y eliminan el nitrato (carbonato, fosfato,…) de forma natural. Otra ventaja enorme es que un biofiltro anaeróbico no necesita mantenimiento durante años, si se tiene en buenas condiciones. Nunca debemos sifonar la arena si el biofiltro funciona adecuadamente.
La arena correcta para un biofiltro anaeróbico
Eso implica usar arena que no se compacte y apelmace, impidiendo la más mínima circulación de agua. Ese fue el problema: usaba arena de filtro de piscina de cuarzo. Pero la recomendación es usar arena para acuarios, de cantos redondeados con un diámetro de 0,7 a 1,2 mm. El hecho de que sea redondeada, impide la compactación.
Con la arena descrita lograremos condiciones anaeróbicas, aunque un mínimo de agua tiene que fluir. De lo contrario no llegan nutrientes a las bacterias. Si usamos arena de filtro de piscina, con el paso del tiempo ésta irá apelmazándose por compactación al no tener los cantos redondeados. El proceso es progresivo pero claramente perceptible después de 18 meses. Poco a poco dejará de fluir el agua y las bactarias no recibirán nitrato que metabolizar.
Cuando eso sucede, aumenta el nivel de nitrato, el pH pierde su tendencia a la baja y se consolida en valores superiores a lo normal. El tercer síntoma es la aparición de cyanobacteria. Esto, según algunos aficionados, sucede cuando no se sifona la arena y se forman gases nocivos en ella. La aparición de varios tipos algas también indica que hay exceso de nutrientes en el acuario.
Para corregir la situación y que el agua llegue nuevamente a los canutillos tenemos dos opciones: La rápida y cortoplacista de sifonar una vez a conciencia para que la arena se suelte. Después hay que esperar para que se reestablezcan las condiciones anaeróbicas. Pero a medio plazo el problema se repetirá. La segunda opción, más duradera, es cambiar la arena y colocar arena especial. Un ejemplo sería arena JBL tipo River. El cambio de arena se puede con el acuario en marcha y los peces dentro.
Lógicamente desactivar el biofiltro anaeróbico va a tener consecuencias inmediatas en el agua. Aumentará el nitrato, por lo que habrá que volver temporalmente a los cambios de agua. Los cambios de agua harán que suba el pH. Esto se puede contrarrestar conectando la resina de desionización más a menudo y también sacando parte del coral que tengamos en el filtro si fuera necesario.
Si el agua de los cambios es adecuada para los discos, dejemos que el pH aumente poco a poco, para poder comprobar cuándo el biofiltro está nuevamente ciclado y comenzando a hacer caer el pH.
Cuidados a la hora de renovar el biofiltro anaeróbico
La recomendación es hacer el cambio de arena lentamente. Podemos aprovechar los cambios de agua para ir extrayendo con la manguera algo de arena cada vez. Si tenemos plantas dejamos esa parte para el final. Cuando saquemos la última arena que sostiene las plantas, deberíamos tener lista la primera porción de arena nueva. Así podemos volver a fijar las plantas en seguida. Los discos, de por sí algo asustadizos, no se han estresado con el proceso. Si se acustumbran a que después de las intervenciones habrá algo de comida, lo asociarán con algo positivo y estarán más tranquilos.
Cuando el biofiltro anaeróbico dejó de funcionar, el nitrato subió de 5 mg/l a 15 mg/l. Se contrarresta con cambios de agua, a los que hay que volver en esta etapa. El nitrito también aumentó hasta los 0,025 mg/l. Esto en realidad me sorprende porque tiendo a pensar que las bacterias nitrobacter pasarían a trabajar en modo aeróbico, eliminando nitritos. El pH también aumentó desde 5 hasta 6 y se mantuvo estable en ese valor. Continué las sesiones semanales de resina de lecho mixto y comencé con cambios de agua.
Estos cambios de agua fueron limitados, menos del 10% semanal, 50 litros de 800. Los discos estuvieron activos y sin síntoma alguno de malestar, salvo en algún caso más asustadizos lo que achaco al nitrito. Aumentando los cambios de agua y la limpieza del filtro mecánico, aumenta la confianza de los peces. En todo momento se alimentaron normalmente. Las Vallisneria gigantea han reaccionado muy positivamente al cambio, echando hojas nuevas. También la temperatura por debajo de 28 grados centígrados puede haber ayudando.
Una vez colocada la arena nueva, el ciclado del biofiltro duró un mes y medio. A partir de ese momento el pH comenzó a caer a razón de casi 0.1 por día de 6 hasta 5.6. El nitrato se estabilizó en 5 mg/l a pesar de los escasos cambios de agua realizados. Los discos se mostraron cada vez más tranquilos y con excelente coloración, apetito y actividad. El ciclado ha durado la mitad que comenzando de cero.
En definitiva, es posible renovar el biofiltro anaeróbico con el acuario en marcha y con los discos en el acuario y volver a hacer funcionar el biofiltro, que de esta forma debería durar años.
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