Tratamientos con medicación y sal marina contra parásitos branquiales y ataques bacterianos en el engorde de peces disco F1

Introducción

Esta publicación sobre tratamientos con medicación y sal marina contra parásitos branquiales y ataques bacterianos en el engorde de peces disco F1, no contiene soluciones definitivas, ni de diagnóstico, ni de tratamientos.

Hemos usado múltiples medicamentos por primera vez. Pero seguimos pensando que el mejor remedio es la prevención. Se consigue a través de las condiciones del agua, la alimentación y filtración, el manejo del estrés, etc. Una vez más se demuestra que si no se corrigen las causas de fondo, con la medicación la situación mejora temporalmente, pero los problemas vuelven. Además es importante tratar de evitar errores «humanos», que a menudo complican nuestros esfuerzos. Por algo se dice que la mayor causa de mortandad de los discos somos nosotros…

Los medicamentos no son efectivos siempre. A veces ni siquiera cuando tratan la enfermedad indicada. Están diseñados para un uso más común, en un clásico acuario comunitario, a 26°C, pH neutro y peces ornamentales robustos. Pero tienen sus riesgos y en otros escenarios perjudican más que ayudan. Por otro lado, la sal es mortal para los Loricáridos a partir de concentraciones medias. No aplicarles más de 2-3 gr/litro. Y también están las urnas-hospital y los baños para peces específicos.

Esta publicación tampoco es técnica, ya que nos basamos apenas en síntomas. Aunque hay pocas dudas: Los síntomas son claros y las dolencias comunes. Especialmente si no hubo desparasitación previa de los padres, que son salvajes y portadores de parásitos branquiales como mínimo. Y las bacterias… están en todas partes. La clave está en no darles oportunidades. Esto se consigue por medio de un entorno equilibrado, estable y saludable para los peces y de paso para otras bacterias más beneficiosas, como las nitrificantes.

Alevín ya debilitado con podredumbre de aletas.

Desinfección y desparasitación

Cuando se desinfecta un acuario, hay que incluir absolutamente todos los accesorios y material que usamos. Desde filtros y mangueras hasta esponjas y salabres, todo incluído, lavar toallas, limpiar el suelo del «fish-room», etc.. Algunas cosas es mejor reponerlas con material nuevo. No podemos usar el mismo material en acuarios no desinfectados. No tiene sentido desparasitar un acuario y tener otro al lado sin desparasitar. Será necesario usar substancias tóxicas, por lo que la limpieza posterior es crucial.

En cuanto a los peces, la desparasitación total requiere varios tratamientos diferentes, con sus repeticiones cuando proceda. Existen en la red protocolos detallados para hacerlo. Sin embargo, no todas las desparasitaciones son exitosas y es una labor considerable. Se usan antibióticos y otros principios activos. Uno de ellos es el praziquantel, justamente contra parásitos branquiales como el Gyrodactylus, el más extendido. En las instrucciones ya nos avisan de cómo cancelar el tratamiento si algún animal muestra intolerancia. Son tratamientos fuertes que debilitan las defensas del disco.

La medicación funciona como una toxina que mata ciertos patógenos, pero no es inocua para los peces. Por eso, la dosificación correcta es clave. Cualquier tratamiento, al igual que las malas condiciones del agua, provoca «estrés orgánico». Aunque se hacen períodos de descanso entre tratamientos, la recuperación del sistema imune a menudo no es total o muy lenta, según el efecto sufrido.

Resumen cronológico

Se trasladan 50 alevines con 5 semanas de edad a una urna de 80 litros. No hubo ninguna baja en la fatídica semana 3, cuando se dice que el parásito branquial Gyrodactylus comienza a causar estragos. De hecho, sólo hubo dos bajas durante los primeros 3 meses.

Con 5 meses y medio se desencadenó la primera crisis con 11 bajas en 4 días. Dos semanas más tarde murieron otros 4 y otras dos semanas después, en otra crisis, murieron 16 en 13 días. Varios de éstos habían sobrevivido a la primera crisis con dificultad, pero no a la segunda.

Tras 7 meses de dedicación absoluta, la situación provocó un cambio completo en la rutina. Por suerte, en la dirección correcta. La situación parecía perdida y que no sobreviviría ninguno. Pero, tras los tratamientos con sal marina y sin medicar más, quedaron 6 alevines, de los cuales 3 estaban en pésimo estado.

En dos semanas se recuperaron de sus heridas y comenzaron a comer bien. Luego veremos cómo.

Parámetros y rutinas hasta la aparición de problemas

Durante meses hemos anotado diariamente valores del agua y comentarios. Buscamos alguna relación con la aparición de las epidemias. Nunca se observaron picos de amonio, nitrito o nitrato. Inlcuso sin filtración biológica en momentos de mucho cambio de agua. Revisemos algunos parámetros.

En el gráfico 1 vemos la evolución de la temperatura (puntos verdes, eje izquierdo) junto con las bajas (triángulos rojos, eje derecho) en los primeros meses.

Gráfico 1: Temperatura y bajas

No se aprecia relación directa. Ni las temperaturas en torno a 30°C, ni una caída a 25°C una noche sin calentador, ni los cambios de 0,5 a 1 grado en los cambios de agua, parecen ser la causa de los males. Cuando la temperatura del agua nueva era muy diferente a la del acuario, se rellena lentamente con una manguera fina. A partir de la primera crisis se redujo la temperatura para aumentar el oxígeno disuelto en el agua y que los peces respiren mejor, y de paso reducir en lo posible las tasas de multiplicación de bacterias. Pero eso no evitó la segunda crisis.

En el gráfico 2 vemos las limpiezas del filtro mecánico en el tiempo junto con las bajas.


Gráfico 2: Limpiezas de filtro y bajas

Se observa que la frecuencia de limpiezas de filtro aumenta con bastante anterioridad a la primera crisis, por lo cual esto no parece estar relacionado directamente con el problema. Por otra parte, más limpiezas de filtro y cambios de agua sin duda suponen más estrés.

En el gráfico 3 se ve la evolución de los cambios de agua diarios (en % del agua del acuario, eje izquierdo), junto con las bajas en los primeros meses (eje derecho).


Gráfico 3: Cambios de agua y bajas

Los cambios de agua diarios eran del 50% cuando aparecieron los problemas. Muchos dirán que es insuficiente, pero otros opinarán lo contrario. Por si acaso fuese insuficiente y tratando de mejorar la calidad del agua, se aumentaron los cambios al 80% y hasta 110%. No se dejó de cambiar agua ni un solo día. Con tres cambios diarios en vez de uno, para reducir las proporciones de agua nueva y sifonar restos varias veces al día. Sin embargo, esto tampoco evitó la segunda crisis. Con menos cambios de agua nos ha ido mejor. Antes y después de las crisis. Pero tal vez no tanto por la diferencia en el agua, sino por el estrés asociado.

Como información, el agua nueva se trata de la siguiente forma: del grifo pasa por un cartucho de carbón o zeolita y por otro de resina de lecho mixto, añadiendo al final sales minerales para discos, para ajustar la conductividad que sale en 0 si la resina es nueva. Se usa agua templada para evitar saltos innecesarios de temperatura. Siendo invierno, la factura del gas se hizo notar…

En el gráfico 4 aparece la evolución de la conductividad junto con las bajas en los primeros meses.


Gráfico 4: Cconductividad y bajas

Hay un descenso paulatino de 150 µS hasta 50 µS, un rango pequeño, antes de la primera crisis. Pero tampoco una tendencia al alza posterior ha evitado la segunda crisis. Aunque con sal marina los peces estaban mejor, las conductividades resultantes definitivamente no son adecuadas en el largo plazo: más de 2.000 µS con 1-2 gr de sal por litro de agua. Hemos mantenido los peces con 5 gr / litro durante 2-3 semanas. Durante los tratamientos con sal no se hacían mediciones diarias de conductividad. En alguna ocasión el agua puede enturbiarse al añadir sal, pero no tiene consecuencias para los peces.

No parece probable ni lógico que una baja conductividad haya generado semejante brote de problemas, también bacterianos. Primero, porque el rango usado es el rango del medio natural, y segundo, porque en poca conductividad hay menos nutrientes para las bacterias y su presencia, en principio, es menor.

En cuanto al pH, estuvo la mayoría del tiempo en torno a 5. Cuando los cambios de agua se multiplicaron el pH aumentó hasta 6 ó 7. Durante los tratamientos de sal en la urna, estaba sobre 7.

Gráfico 5: pH y bajas

También descartamos que un pH de 5 pueda provocar una situación como esta. Es el pH del entorno natural. Además con el aumento de los cambios de agua vino un aumento del pH, que tampoco fué impedimento para que se desatase la segunda crisis.

Síntomas, tratamientos realizados y su resultado

Los síntomas de parásitos branquiales son respiración acelerada y falta de apetito, oscurecimiento, un opérculo cerrado, rascarse en la zona de las agallas, sacudir aletas pectorales y pélvicas, ondular el cuerpo lateralmente, arranques espontáneos, «tos». Aparecieron con claridad al mes y medio de vida.

Mermados los alevines en su capacidad de absorber oxígeno por los daños en las agallas, comenzaron a extenderse las señales de fuertes molestias. Entonces decidimos medicar contra Gyrodactylus. Probamos Sera Tremazol, eSHa gdex y Manaus One (media dósis) en un plazo de 4 meses. La efectividad fué mejorando en el mismo orden. Efectividad entendida como a) tiempo hasta que desaparecen los síntomas y b) tiempo hasta reproducirse los síntomas. En el pasado usamos también varias veces permanganato potásico, con el mismo resultado. Mejora temporalmente, pero los parásitos vuelven.

Como información: A la vista del éxito inicial, intentamos desparasitar también a la pareja adulta con Manaus One (dosis normal), pero fué mal. Casi perdemos al macho. Tardó semanas en recuperarse. Cada acuario y cada animal es diferente.

Los síntomas del ataque bacteriano comienzan en la aleta caudal y anal, apareciendo pequeñas rasgaduras, que van aumentando. Los radios superiores e inferiores de la aleta caudal y algunos en la aleta anal, estaban opacos o blanquecinos. Sobre la piel se veía un velo blanco. La línea dorsal parecía inflamada y de color blanco. Con los días se oscurecían y tumbaban. Los primeros síntomas del ataque bacteriano aparecieron con dos meses y medio de edad. Un mes después de los síntomas del Gyrodactylus. El olor del agua era otro indicio característico de un fuerte brote de bacterias.

En un primer momento los discos no muestran molestia, pero el ataque se extiende rápidamente. En días, al menos la mitad de los alevines tenía síntomas en lugares iguales o parecidos. La zona afectada aumenta diariamente en las aletas. El velo sobre la piel ya degrada el tejido y se convierte en úlceras, heridas abiertas. Puede afectar a los ojos, mostrando como un desprendimiento de tejido internamente. Los peces se oscurecen y se tumban en cuestión de pocos días. Es una enfermedad cruel que acaba con los peces de una forma lenta una vez irreversible. Nada agradable de ver. Haz click en el enlace para ver la publicación sobre cómo terminar dignamente la vida de un disco con aceite de clavo de olor.


Podredumbre de aletas y úlceras en la piel.

Hemos medicado contra ataques bacterianos con Finrot & Ulcer de NTLabs, con Amoxicilina y con Baktopur de Sera. Finrot & Ulcer (3 tratamientos con repeticiones) funcionó bien en la urna, con 40 días de edad, hasta la recaída. Como baño funcionó bien la Amoxicilina (1 tratamiento). Usamos Ektozon alguna vez después de un tratamiento, pero no siempre fué bien recibido. Baktopur ayudó, pero la recaída fué más rápida que con Finrot & Ulcer de NT Labs. Los primeros días del tratamiento, la podredumbre de aletas todavía avanza hasta que hace efecto el medicamento.

Unos tan bien y otros tan mal en el mismo agua.

Sin embargo, ningún tratamiento fué definitivo, ni contra el parásito, ni contra las bacterias. Las recaídas produjeron muchas bajas. Los parásitos branquiales tienen un proceso reproductivo con quistes que eclosionan posteriormente según la temperatura y otras condiciones, de ahí las repeticiones. Son diminutos y seguramente estén en gran parte del acuario y muchos accesorios. Posiblemente aguanten en seco bastante tiempo (como los quistes de Artemia).

Muchos criadores experimentados dicen que es imposible erradicar completamente el Gyrodactylus. Con el trasiego de limpiezas y cambios de agua, es casi inevitable que reaparezca. Y las bacterias patógenas seguirán presentes en altas cantidades mientras no cambien las condiciones. Cuanto más debilitada esté la víctima, más rápido avanza el ataque bacteriano.

En el gráfico 5 se ve la sucesión de tratamientos realizados. Cada medicación es la combinación del marcador amarillo (contra bacterias) o verde (contra Gyrodactylus) y una numeración según qué tratamiento (ver leyenda). Por ejemplo, el 3 verde son los tratamientos de Manaus One y el 2 amarillo son los tratamientos de Finrot & Ulcer. Se aprecia que inicialmente se trató contra Gyrodactylus y posteriormente la urgencia eran las bacterias.

Gráfico 6: Tratamientos y bajas

Cuando apareció el ataque bacteriano, los alevines ya habían soportado dos tratamientos de Tremazol, dos de eSHa gdex y cuatro de Manaus One. Seguro que sus defensas estaban más que debilitadas luchando contra los parásitos de agallas y toda la medicación con menor aporte de oxígeno. No conseguimos erradicar el Gyrodactylus a base de medicamentos.

Parámetros y rutinas a partir del uso de sal marina

Cuando nada parecía funcionar contra las bacterias y el estado de los alevines era penoso, el uso de sal marina mostró un buen resultado. Se hicieron baños de 10gr/ litro durante varios días, sin alimentación, que rechazaban, pero con cambios de agua y redosificación de sal. Las úlceras de la piel mejoraban visiblemente, igual que las aletas. Según parece, además, la elevada salinidad causa problemas al Gyrodactylus, más que al disco. Al disco le provoca una presión osmótica celular hacia el exterior, favorable en este caso, porque le ahorra energía y dificulta la entrada de bacterias en sus órganos y células.


Hembra adulta en baño de sal de 10gr/ litro. En el acuario estaba tumbada y oscura, generalmente por las tardes y con luz, por estrés «social» (2 machos) y mostraba molestias (sacudidas de aletas y arrancadas) hacía semanas. El baño y la tranquilidad le sentaron muy bien. Buen colorido y confiada. A la vuelta al comunitario estuvo separada de los machos y terminó de recuperarse. Hoy convive pacíficamente con «su» macho.

Con los 6 alevines restantes, se terminó un tratamiento de Finrot & Ulcer, esta vez sin cambios de agua (70 litros para 6 peces) y se mantuvo un nivel entre 1 y 2 gr de sal por litro durante 3 semanas, hasta que, con los cambios de agua, se fue volviendo a niveles normales de salinidad/ conductividad.

El cambio más importante en la rutina fue reducir los cambios de agua drásticamente, del 90% diario al 20% cada 3 días. Se quitó la iluminación. Era muy potente y acentúa el reflejo en el cristal del suelo. Se colocó material biológico en el acuario, añadiendo 10 gotas diarias de bacterias filtrantes durante una semana. Durante el período de 90% de cambios diarios de agua, no había filtración biológica. Finalmente se agregó una carga de zeolita para contribuir en mejorar la calidad del agua.

Alguno de estos cambios o todos juntos provocaron una clara mejoría. Los discos al principio siguen mostrando síntomas de parásitos branquiales y cierran eventualmente un opérculo, pero su colorido, aspecto de aletas, ojos y piel, actividad, apetito y crecimiento, hacen pensar que se pueden mantener así, comenzando a convivir con el parástio. En dos semanas, las heridas de las úlceras se cierran y las aletas se regeneran, incluso los radios duros. Eso sí, todo el trance les ha supuesto un retraso en el crecimiento. El próximo desafío será tratar de recuperarlo.

Han pasado 50 días sin medicación alguna. Hasta ahora el mayor período eran 18 días. Los peces superaron bien una semana de ausencia de cuidados en estos días. No ha sido posible erradicar el Dactylogyrus por completo, pero se han estabilidazo 6 ejemplares y ya los síntomas prácticamente han desaparecido.


Fotos antes y dos a tres semanas después.

Aquí dejo un video de Acuarios Voruko sobre tratamiento de sal. ¡Gracias Alex!

Una medida adicional con resultado positivo: Colocar una malla fina a 1 cm de altura sobre toda la superficie del acuario. La malla va «cosida» con nylon a una red plástica para darle mayor firmeza. Está fijada con 4 ventosas y descansa sobre un pequeño «escurridero» plástico. Con esta malla, los peces no picotéan el suelo. La comida queda sobre la malla, pero los quistes de los parásitos branquiales caen a través de ella y se depositan sobre el vidrio. Si eclosionan y no encuentran un huésped, posiblemente mueran. Pero además desapareció el reflejo en el suelo, que estaba incomodando a los alevines, ya que la urna está en un lugar con mucha luz natural.

Malla para retener quistes de Gyrodactylus. Parece que ayuda.
La comida queda sobre la malla.

Preguntas, reflexiones y posibles conclusiones

La cruda realidad es que perdimos casi 40 alevines en un mes, tras haber tenido sólo dos bajas en los casi 6 meses anteriores. A la vista del panorama desolador y el desenlace, caben algunas reflexiones.

Hay un punto en que los cuidados y las modificaciones generan más estrés que beneficios. Tengamos más paciencia y observación para evitar «experimentos» y malas decisiones. Mejorar está bien, pero pensando en el estrés de los peces, estemos seguros de lo que hacemos y de las consecuencias. La estabilidad y la ausencia de estrés son muy importantes. Éstos alevines por ejemplo son muy sensibles a los golpes más leves. Sin golpes, son dóciles y curiosos. Y cuando no están bien, su sensibilidad y timidez aumentan.

¿Qué provocó semejante brote bacteriano, más allá de haber heridas en las branquias? Los parásitos branquiales ya mostraron su presencia 3 meses antes sin aparición de bacterias. Algo gatilló la explosión. Algo que no aparece en los gráficos, pero sí en las anotaciones.

Después de darle muchas vueltas, nuestra teoría es: El acuario tenía un filtro anaeróbico, consistente en un envase abierto, tipo tupper, con canutillos biológicos en el fondo cubiertos de arena. Tenía propiedades beneficiosas, pero por diferentes motivos decidimos quitarlo. Ese movimiento extrajo del acuario una importante colonia de bacterias nitrificantes de golpe. Posiblemente quedó un «vacío», un exceso de nutrientes que aprovecharon otras bacterias de más rápida reproducción, como son las bacterias patógenas que afectan a los discos. Esa podría ser la causa del ataque bacteriano. Una mala decisión sin medir las consecuencias.

Parece que los azúcares pueden beneficiar a ciertas bacterias patógenas. Cuando aparecieró el ataque bacteriano, alguno de los medicamentos usados contra parásitos de agallas contiene azúcares y en las instrucciones se mencionan posibles enturbiamientos del agua por bacterias. La tormenta perfecta: condiciones ideales para un brote bacteriano y en el peor momento. El peor momento, porque las bacterias econtraron unos peces ya debilitados. Parece una buena idea tener una buena colonia bacteriana nitrificante para prevenir desequilibrios y no tan buena idea quitarla de golpe.

Casi por casualidad observamos que, en casos inciales y leves, tal vez se puede nivelar el desequilibrio bacteriano más rápido, añadiendo bacterias filtrantes. Se compensaría su lenta multiplicación añadiendo cantidad, para competir con las bacterias dañinas. Hemos observado algunas coincidencias prometedoras. Pero por ahora esto es sólo una teoría.

¿Qué implicaciones tiene reducir los cambios de agua, de tres grandes cambios cada dia a uno pequeño cada 3 días? Afectará a las condiciones del agua, pero claramente representa mucho menos estrés. El estrés es un factor esencial para la salud de nuestros discos y no debemos menospreciarlo ni perderlo de vista nunca, porque causa numerosos y graves problemas.

Las instrucciones de uso que acompañan a los medicamentos, pensando en usos convencionales, indican no hacer cambios de agua durante el tratamiento. Pero los cambios de agua son muy importantes en acuarios de engorde muy poblados. Mejor hacerlos y re-dosificar la medicación para la porción de agua nueva.

La conclusión final podría ser que si no hay una desparasitación previa y aparecen problemas de forma semejante a este caso, el mal menor son los tratamientos con sal marina. Cada tratamiento con fármacos debilita al pez y aunque lo salve de la una crisis, difícilmente se salvará de otra. Por no hablar de la resistencia a los medicamentos, que se da. Aunque también puede suceder con sal, por lo que dicen. No lo hemos comprobado.

Una vez descartado intentar erradicar los parásitos, la opción es tratar de que logren convivir con ellos. Para poder lograrlo es vital mantener el agua bien, con el menor estrés posible, para que la selección natural de los que puedan convivir con parásitos branquiales sea lo más favorable posible. Parece que la medida de la malla podría ayudar.

Por supuesto, alguien puede haber visto venir el problema. O cualquiera puede llegar a otras conclusiones y hacer otras valoraciones según sus experiencias. Ojalá haya otra oportunidad y podamos hacerlo mejor. Gracias a los que nos han ayudado y apoyado en este duro aprendizaje.

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4 comentarios en “Tratamientos con medicación y sal marina contra parásitos branquiales y ataques bacterianos en el engorde de peces disco F1”

  1. «todo vuelve a tener sentido?» Claro, elque pone huevos es el dactilo, no el girodactilus.
    El permanganto sólo lo usaría una vez, y recuerda añadir el agua oxigenada para desactivarlo, si no, se les queda activo en las branquias y las quema; hay que darles al menos un par de semanas o más, para que las branquias se recuperen, antes de volver a añadirlo.
    El praziquantes es lo que a mí me fue mejor, al principio; luego reapareció a los meses en la siguiente puesta de alevines.Pienso que las pautas de repeticion que nos marcan son incorrectas, pues no tienen en cuenta la contaminacion cruzada que tenemos; tras cada cambio de agua, filtrar con carbon activo y la UV a continuación, y apagamos cdo añadamos de nuevo el prazi…
    Si me volviera a salir cuando monte los acuarios, trataría con praziquantel, seguramente tremazol, en la misma urna, cambiando casi toda el gua tras cada tratamiento, ya que el prazi consume mucho oxigeno, y haría un dia de tratamiento, otro de descanso, así 10 dias al menos.
    Otra parámetro a tener en cuenta, la temperatura la iría bajando poco a poco a 26 grados, a esa Tº hay más oxigeno disuelto en agua, de hecho, en separar a los alevines de los padres, la iría bajando medio grado cada dos días, el crecimiento será similar y al tener más oxígeno, menos bajas en caso de que tengan dactilo.
    De no mejorar tras el cuarto día, ya sabes que en la branquia pueden tener saprolegnia o bacterias, ahí es cdo habría que usar el permanganato…
    Con un microscopio barato, puedes ver facilmente al trematodo, te tocará sacrificar a un alevin y tomar la muestra de la branquia, pues en adultos sacas la muestra con una jeringa, pero en alevines es muy difícil…
    En caso de no vieras ni un dactilo, permanganato directamente sería lo suyo.
    Hay otro caso, en el que tambiénlos alevines se ponen negros, nerviosos, respirando rápido, y es por usar agua directa del grifo con cloraminas; venden productos que eliminan el cloro,pero nola cloramina, cuidado con eso.En Madrid es muy típico el uso de cloraminas para potabilizar el agua; mira en la pagina de la distribuidora de aguas de tu zona, si usan cloro libre o cloramina
    Bueno, te dejo la idea, al final cada cual, es dueño de sus discosy le toca decidir sobre estas cosas…

    Saludos

  2. Hola, me llamo Daniel, desde Alicante; primero felicitarte por el artículo, muy currado, pero he leido que el problema era gyrodactilus, cuando realmente el gyrodactilusmuero con un solo tratamienttode tremazol; en cambio, el dactilogyrus, al ser oviparo en vez de vivíparo, pone huevos y cuesta mucho más de erradicar, basta algunos huevos para que en unpar de meses los adultos vuelvanaquedar contaminados, y los alevines, al mes de vida, caerán como moscas.
    Todos los salvajes del amazonas vienen con ambos trematodos, pero te reitero, el gyrodactilo muere fácil; me baso en mi experiencia personal analizando muestras branquiales con microscopio.
    La contaminacion, de esos huevos de dactilo en filtros, gomas, mangueras, salabres, es lo que hace que vuelvan a salir, y sean tan difíciles de erradicar.
    Por otro lado,en alevines, es fácil que si los matas con tremazol, sufran ataque bacteriano en las heridas o saturación bacteriana branquial; también hay un alga parásita, saprolegnia, que puede también saturar la branquia de los alevines y mueren por asfixia.
    Para la próxima vez que te pase, yo usaria permanganato potasico, como primer tratamiento, despues agua oxigenada para desactivar el permanganato, cambias toda el agua, y a los 4 o 5 dias comenzaria con el tremazol para ir matando al dactilo, los huevos que ya hayan nacido y madurado, y repeteria cada 5 dias el tremazol, durante 3 o 4 ciclos, todo eso a oscuras y con mucha higiene, por la saprolegniosis.
    También se recomienda el praziquantel junto con un antibiótico
    Te recomiendo también que alguien experimentado, tome una muestra branquial de los adultos y haga un frotis con un microscopio, seguramente sigan con dactilo…
    daniel-dtorror@gmail.com 670326584

    1. Hola Daniel, excelente aporte, muchas gracias. Si reemplazas Gyrodactylus por Dactylogyrus en mi publicación, todo vuelve a tener sentido? Posiblemente me haya equivocado en algún caso o siempre. Me refiero al Dactylogyrus. el ovíparo, el de los quistes. He usado varias veces el permanganato potásico sin éxito, porque, de nuevo: o se desinfecta toda la instalación o siempre queda algún quiste que vuelve a diseminar la afección. Actualmente tengo otros alevines y voy probando otras cosas. Tienen varios meses y sólo tuve una baja. Pero no usaré más medicación si puedo evitarlo. Saludos y gracias nuevamente.

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